Las deudas, un gran dolor de cabeza
Las deudas, un gran dolor de cabeza en lo personal y familiar. La deuda (del latín debĭta, «lo que se debe a alguien») es un compromiso de pago obligado entre dos entidades (persona, grupo, empresa, Estado). La palabra deuda se emplea esencialmente para devolver dinero, es decir, deuda económica.
Lo anterior según Wikipedia.
Generalmente se dice que una persona está endeudada, cuando no cumple con sus préstamos y se convierte en moroso. Esto obedece a que las personas usan un dinero que no es de ellos, que es prestado para obtener cosas, muchas veces, innecesarias.
Endeudarse para gastar
A lo largo de la vida se ha modelado que la única manera de poder tener cosas, como un carro, un buen televisor, un Smartphone, tener buenas vacaciones, es a través de la deuda, de adquirir un crédito.
Endeudarse se ve como algo normal, incluso muchos se emocionan cuando logran el crédito. La deuda, se cree que es la única manera de poder tener lo que se quiere.
También, las entidades bancarias, las particulares, el comercio, desarrollan grandes campañas de publicidad, el voz a voz, buscando que la gente se endeude, ofreciendo créditos “favorables”, tarjetas de crédito, venden el sueño e invitan a que se aproveche la “oportunidad”.
Este mensaje se reproduce de generación en generación construyéndose como un hábito y un estilo de vida, lo que conlleva ser esclavo de las deudas y pagar intereses. Y como dice Sylvia Ramírez “el propósito de la vida no es pagar cuentas”.
Endeudarse para invertir
Es toda aquella deuda que al invertirla puede generar un ingreso de manera constante. De usar el dinero de otro para apalancar un proyecto o negocio, que permita crear otra fuente de ingresos.
Es una buena decisión si la inversión que se realiza da para pagar la cuota del préstamo y deja réditos, de lo contrario se estará realizando una mala inversión y construyendo un gran dolor de cabeza.
Ahora, para solicitar el préstamo o crédito a invertir, primero hay que tener en cuenta que toda inversión tiene unos riesgos a sopesar, que no se pueden hacer cuentas alegres, ni dejarse llevar por las emociones, y mucho menos fijarse solo en la rentabilidad de la inversión. Es importante tener en cuenta otros criterios necesarios a la hora de hacer una inversión, esto haría que sea rentable
Conclusiones:
Las deudas son lo peor que le puede pasar a una persona o una familia si no se utilizan bien. Es volverse esclavo de quien presta, es olvidarse de los sueños, de la libertad.
Alguien decía: “Cuando la pobreza económica entra por la puerta, la pareja sale por la ventana”.