A propósito de tener suerte o buena suerte

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A proposito de tener suerte o  buena suerte

“Iba camino a la tienda, era un 24 de diciembre en horas de la tarde, en un día tranquilo. En el recorrido vi a un señor junto a su auto rojo. El señor estaba concentrado limpiando el vehículo. Pasé por el lado de él y noté algo en el suelo. Eran billetes – deben ser falsos – pensé, pero cuando los cogí vi que eran auténticos.


Vi alrededor si de pronto eran de alguien que venía en camino a recuperarlos, pero al ver que nadie se acercada decidí cuestionar a aquel hombre. No sabía nada, no se daba por enterado. No supe que hacer. Tuve la intención de devolver el dinero a su dueño, pero nunca apareció.


Tómelos, eso es la suerte de la navidad – dijo aquel hombre”.
Según la Rae (Real Academia Española) la suerte tiene como connotación las siguientes palabras: Sucesos fortuitos o casuales, casualidad, algo que puede ocurrir para bien o para mal, entre otras definiciones más.
Y bajo esta óptica, generación tras generación, muchas personas crecimos con el concepto de esa bella palabra. Al día de hoy, ¿La suerte seguirá teniendo ese mismo significado? O ¿Realmente ese no es su connotación?


Pues bien, como todo en la vida tiene sus dos versiones, en este artículo nos iremos por la versión de la suerte que proponen muchas personalidades, entre ellas Alex Rovira. El escritor, consultor y conferencista español propone que hay suerte y buena suerte.


“La suerte no dura demasiado porque no depende de ti”
“La buena suerte la crea uno mismo, por eso dura para siempre”.
Entonces bajo esta óptica, si, se puede decir que la suerte existe. Es casual. Pero no perdura.


Y como dice Bill Gates: Alguien que gane la lotería o los juegos de azar. Incluso si gana 100 millones no es un hombre rico: es un hombre pobre con mucho dinero, por eso el 90% de los millonarios de la lotería vuelve a ser pobre después de 5 años.


Por eso no dura. Porque es suerte. Es temporal y no depende de nosotros. Por eso hay que apostar, entonces, a la buena suerte. Esa no llega. Se construye y una vez se construye, perdura. Esa suerte se gana cuando hay esfuerzo, dedicación, preparación y sacrificio.


Por eso a la gente exitosa le va bien. Podrán decir que tienen suerte, no. Es porque ellos hicieron lo necesario para alcanzar esa buena suerte.
“La suerte no es más que la habilidad de aprovechar ocasiones favorables”
El éxito es el encuentro entre la oportunidad y el estar preparado y cuando la persona aprovecha la oportunidad, en ese momento está creando la buena suerte. Ahí está la diferencia.

Conclusión:

Todos tenemos suerte en algún momento, pero se va rápidamente. El reto es crear la buena suerte, allí está la diferencia

¿Crees en la suerte?
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